Tener controles eficientes para aire y gas en la combustión es un proceso relativamente sencillo. Respecto al aire, reducir la velocidad del motor eléctrico disminuye el consumo de energía. Esta reducción se realiza al regular la potencia integrada en el controlador del quemador. La regulación permitirá definir la tensión y frecuencia de trabajo de la combustión. Con esta acción se logran dos cosas:
- Una drástica reducción del consumo eléctrico a potencias parciales.
- La reducción del nivel sonoro porque el ventilador mueve sólo la cantidad de aire que realmente es esencial para su trabajo.
Por otro lado, al referirnos al gas, es importante señalar que tiene una estrecha relación con el aire. Debido a que, este aporta una cantidad suficiente para no producir inquemados. Estos, provocan pérdidas de rendimiento y emisiones nocivas por lo que un margen de seguridad compensa las oscilaciones del combustible.
La reducción de la cantidad de aire permite regular las variables que influyen directamente al consumo y la mezcla aire – combustible. Lo cual, logra una eficiencia en el trabajo del quemador industrial y el proceso al cual se dedique.