En la búsqueda de quemadores eficientes, lo más importante es identificar el nivel de eficacia de la combustión. El cual, puede medirse comparando los niveles de porcentaje de oxígeno tomados de las lecturas de los gases de combustión. Es común encontrar que las calderas emitan gases de combustión a una temperatura de 250º, aproximadamente.

Asimismo, cuando se está en presencia de calderas similares, la diferencia en la temperatura de los gases de combustión puede diferir en 15ºC máximo. Lo cual, afecta poco al rendimiento. Sin embargo, la diferencia entre los niveles de exceso de oxígeno puede afectar en más de un 10% el rendimiento del proceso. Cuestión que trae como consecuencia un impacto importante en la productividad y el costo del combustible.

Por tal motivo, los sistemas de regulación de oxígeno son una manera de gestionar la eficacia de la combustión a través del ahorro de combustible. Gracias a que mantiene la relación aire – combustible de manera óptima. Asimismo, maximiza la eficacia de la combustión controlando continuamente los parámetros.

Además, ajusta automáticamente los niveles de oxígeno en los gases de combustión. Como consecuencia se eliminan los problemas de retardos. Entonces, se vuelve posible la regulación de oxigeno de forma independiente tanto a la frecuencia como a la rapidez con la que cambie la velocidad.